A lo largo del pasado año hemos podido observar el ascenso al éxito de muchas estrellas, pero también la caída en desgracia de otras tantas. Mientras que Justin Bieber, Lady Gaga o los protagonistas de Crepúsculo celebraban triunfo tras triunfo, otros como Demi Lovato, Lindsay Lohan o Tiger Woods sufrían el fracaso más rotundo con la prensa como testigo.
Aunque un día se encontraron entre lo más selecto del famoseo estadounidense, 2010 ha arrasado con ciertas estrellas que han acabado el año en una situación bastante desastrosa. Entre las causas más comunes de su desgracia, el consumo de drogas y las infidelidades amorosas.
Si elaboramos un Top 5 de celebrities que perdieron su posición destacada el pasado año, sin duda el número uno se lo lleva Tiger Woods. El golfista pasó de ser un deportista reconocido y admirado -no sólo por su trabajo sino por su ejemplo de padre y marido ejemplar- a convertirse en un apestado por culpa de sus infidelidades matrimoniales.
Una larga lista de mujeres aseguraron haber mantenido relaciones con él durante su matrimonio con Elin Nordegren, los anunciantes escindieron sus contratos publicitarios, la prensa hizo sangre de su situación... Sin duda 2010 es un año que Woods no olvidará jamás, y de hecho ya está haciendo todo lo posible por enmendarse.
En segundo lugar de la lista quedaría situada Lindsay Lohan. Aunque lleva años acarreando problemas con la justicia debido a su abuso de drogas y a la conducción bajo su influencia, hasta 2010 no se vio en riesgo real de ser puesta entre rejas.
La joven ha perdido en 2010 contratos profesionales y ha protagonizado todo un drama mediático familiar, pero el juicio al que se sometió en octubre le dejó claro que o cambiaba, o estaba acabada. Por fin, Lohan se dio cuenta de su situación y se sometió a rehabilitación, desde donde siguió esforzándose por sacar adelante su línea de moda, 6126.
Demi Lovato ocuparía el tercer puesto en este ranking de estrellas caídas en desgracia. No sólo fracasó en su noviazgo con Joe Jonas, sino que vio cómo éste comenzaba un idílico romance con Ashley Greene en el que Lovato quedaba situada como la ex rencorosa.
Además, una pelea con una de sus bailarinas destapó el infierno personal que la artista atravesaba, por lo que tuvo que ser ingresada en una clínica aquejada de "problemas físicos y emocionales", por los que todavía está recibiendo tratamiento.
Siguiendo con la 'maldición de las niñas Disney', Miley Cyrus ocuparía la cuarta posición. Si echamos la vista atrás, a lo largo 2010 se ha visto salpicada por un escándalo tras otro: videoclips subiditos de tono, fiestas salvajes, un vídeo fumando hierba, una supuesta foto de la joven desnuda y el divorcio de sus padres.
Pero como sigue vendiendo discos y llenando conciertos y salas de cine, mientras firma contratos sin ningún problema, en este caso lo conveniente es esperar y ver cómo evoluciona su carrera ahora que ha dejado atrás la protección de su papel infantil en Hannah Montana.
Taylor Momsem y el Savoir Faire de Charlie Sheen
En último lugar de este Top 5 quedaría Taylor Momsen, a la que su actitud provocativa le ha causado más de un disgusto. La joven parece empeñada en levantar polémica allá donde va, ya sea vistiendo con un estilo siniestro o mostrando el pecho en medio de uno de sus conciertos, y eso no parece gustar al público estadounidense.
Su comportamiento le ha ocasionado perder el contrato con su agencia de modelos y ver cómo su personaje en 'Gossip Girl' desaparecía poco a poco de las tramas, aunque a ella no le importa. Sigue teniendo su grupo, The Pretty Reckless, y el apoyo de John Galliano, que ha vuelto a contar con ella como imagen para su nueva fragancia.
Mientras que los protagonistas de este Top 5 hacen lo posible por salir adelante en medio de su situación, Charlie Sheen casi parece reírse de sus desgracias. Este año se ha enfrentado a escándalos por consumo de drogas, ha destrozado la habitación de un hotel, y ha tenido que someterse a un juicio por malos tratos a su mujer, que desembocó en divorcio.
Sin embargo, su actitud despreocupada parece contagiarse allá por donde va. Los medios no conceden mayor importancia a sus errores (mientras que otros como Lindsay Lohan o Britney Spears están siempre en el punto de mira), y los productores le siguen contratando porque saben que siempre cumple con su trabajo. Sheen sabe cómo montárselo.
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